viernes, 7 de octubre de 2016

RUTA 12: AYUNTAMIENTO-FUENTE DEL MORO-CENTRO DE JARDINERÍA HARO-BODEGAS VIRGEN DE LA VEGA-MAZO



«La mayor gloria no está en no caer nunca, sino en levantarnos cada vez que caemos».
Confucio.


     Lugares de interés turístico durante el recorrido: plaza de la Paz y entorno monumental, calle de la Vega, Jardines de la Vega, Basílica de la Vega, paseo de Vista Alegre, Fuente del Moro, Bodegas Ramón Bilbao, Bodega Virgen de la vega, Bodegas Carlos Serres, Bodegas Marqués de Carrión, parque El Mazo, parque de Iturrimurri.







     Sabia sentencia la de Confuncio, que todos los que corremos debemos tener en cuenta. No siempre medimos bien nuestras fuerzas. En ocasiones, confiamos en exceso en la rutina de preparación, o en la suerte, o en ese amuleto infalible. Y un día todo se tuerce hasta el punto que debemos abandonar o quedar muy por debajo de nuestras expectativas. A levantarse toca. Nada de lamentos. Revisión a fondo de los posibles errores, anotación escrita si es preciso, e inicio del plan de enmienda.
     Como en la vida misma.
     Nueva ruta de entreno. Y,  como prometí, va a resultar más asequible que la anterior.
     El trazado elegido nos va a permitir dar una vuelta completa a la periferia de Haro. Partiendo del corazón mismo de la villa, visitaremos sus parques y paseos más populares e incluso alguna bodega, que no se diga. Un recorrido que nos permitirá acercarnos, atravesando las fértiles huertas jarreras, hasta los límites del municipio con la autopista vasco-aragonesa. Asfalto en casi su totalidad, en buen estado, con un perfil más bien llano que resultará idóneo para practicar cambios de ritmo o intervalos. De entre las distintas variantes de cambio de ritmo tenemos el «fartlek», en el que jugamos con cambios de velocidad acusados en periodos cortos. Es un tipo de entrenamiento que aumenta nuestra fortaleza mental y física. También tenemos los entrenamientos a ritmo controlado, en los que el cambio de cadencia es más prolongado en el tiempo y el esfuerzo se sitúa justo por encima de nuestra zona de confort. Mejora la concentración, la simulación de carrera y la fortaleza mental. Luego tenemos la posibilidad de los entrenamientos a intervalos, son esfuerzos cortos e intensos seguidos de un tiempo de recuperación igual o mayor. Aquí forzamos la máquina con el ritmo. Mejorará nuestra técnica y nuestra economía de carrera, la coordinación y nos ayudará a perder peso, si es que lo necesitamos.

Plaza de la Paz, habitual punto de salida y llegada en nuestras rutas. Céntrico y sin pérdida posible.

     Serán 10´2 km, con una ganancia de altura de 40 metros y, como siempre, los iniciaremos en la plaza de la Paz tras un breve calentamiento. Desde ahí tomaremos la calle de la Vega, la de los famosos miradores y principal arteria de la ciudad, por la que correremos hasta los Jardines de la Vega. Los miradores se consideraban símbolos de riqueza y permitían que la luz entrase a las casas al tiempo que eran resguardadas de la severa climatología. También tenían otro fin, claro, el de fisgonear cuanto acontecía en la calle, nada nuevo bajo el sol. 
     Ojo al tráfico en este tramo.

Calle de la Vega.

      Pasaremos por los cuidados y floridos Jardines de la Vega, dejando la basílica a nuestra izquierda,  antes de abandonar el centro de Haro a través de una pasarela sobre Ingenieros del MOPU, que nos llevará hasta el paseo de Vista Alegre. El verde nos rodeará para no abandonarnos en buena parte de nuestra carrera. Excelentes vistas a las riberas del Tirón y a los Montes Obarenes. Atravesaremos con mucha precaución la LR-202 (Haro-Anguciana) y cambiaremos el paseo de Vista Alegre por el bucólico entorno de la Fuente del Moro, otro de los pulmones verdes de la localidad jarrera y cita anual de la famosa y bulliciosa «jira» con la que culminan las fiestas patronales de setiembre. Ligero repecho sobre asfalto que no nos supondrá ningún problema.



Imágenes del tranquilo paseo de Vista Alegre.

Final del paseo antes de cruzar la carretera de Anguciana.

Precaución al atravesar en dirección a la Fuente del Moro.

Ideal para correr, ¿no?


Popular Fuente del Moro. Hidratación garantizada.

     Al llegar a la fuente, tomaremos a la derecha para adentrarnos en el camino que nos conducirá hasta el Centro de Jardinería Haro, en el límite con la autopista. Es un estrecho sendero, con campos de cultivo y huertas a sus lados, que discurre en línea recta, sin posibles despistes en cuanto a qué dirección tomar. En este tramo la única dificultad puede estribar en la climatología, ya que la escasa protección natural nos va a dejar muy expuestos a los elementos, especialmente hostil nos resultará en los días ventosos de invierno o los muy calurosos de verano. Así que conviene tenerlo en cuenta. Por lo demás, trecho idóneo para poner a prueba tus piernas con un cambio de ritmo.

Merendero en la Fuente del Moro.

Tomaremos el sendero a la derecha.

Enfilando hacia el Centro de Jardinería Haro.



La única dificultad puede radicar en la climatología: viento o calor pueden complicarnos la carrera en este tramo tan despejado.


Los mimados «venajos» jarreros.

Llegando al Centro de Jardinería Haro.

     Cuando lleguemos al Centro de Jardinería Haro, el camino se bifurcará. Giraremos a la izquierda, corriendo unos metros en paralelo a la autopista, que quedará a nuestra derecha. Será además la única parte de tierra de la ruta.  En algún plano he visto que a esta carreterilla le llaman Avenida Santo Domingo y es la que permite el acceso a la zona en coche desde la N-126 Haro-Santo Domingo. A unos ochenta metros, estaremos obligados a girar a la izquierda, única opción posible, rodeando un viñedo, hasta alcanzar la anteriormente citada N-126. Llegaremos hasta ese cruce, pero justo en él nos daremos la vuelta y retornaremos hasta la Fuente del Moro repitiendo el recorrido en sentido contrario. Tan siquiera pisaremos el arcén de la transitada carretera, justo antes volveremos sobre nuestros pasos. Idéntico trazado pero con vistas diferentes.


La autopista nos servirá de frontera. Giraremos a la izquierda.

Un tramo de tierra. Centro de Jardinería  Haro a la izquierda.

Centro de Jardinería Haro.

Luego torceremos a la izquierda, no habrá otra posibilidad.

Rodearemos un viñedo.


Acercándonos al cruce con la N-126, la estrecha carretera se ensancha un poco, lo que aprovecharemos para dar la vuelta.

Aquí giraremos sobre nuestros talones.

Mismo camino, distinta perspectiva.

De nuevo pasaremos frente al Centro de Jardinería Haro.

Cogeremos a la derecha, para volver a la Fuente del Moro.



¿Un cambio de ritmo?

Carretera sin retorno.

Llegando de nuevo a la Fuente del Moro.


Tras rodear la fuente seguiremos recto.

     Al llegar de nuevo a la Fuente del Moro, rodearemos la fuente y seguiremos adelante, ascendiendo una suave pendiente que nos llevará hasta Avenida Santo Domingo de la Calzada, una angosta vía que nos conducirá hasta la bodega Ramón Bilbao. Justo en la intersección al alcanzarla, giraremos a la derecha, con la intención de circundar esta bodega y las que hay junto a ella, Bodega Virgen de la Vega y Bodegas Carlos Serres. Asfalto y terreno llano, así que podremos aprovechar para forzar otro cambio de ritmo si así lo deseamos. La recta nos invitará a ello. Tras rodear estas bodegas, continuaremos por la acera que recorre los supermercados Eroski, Lidl y DIA hasta la rotonda próxima.

Una ligera pendiente.

Avenida Santo Domingo de la Calzada.

Bodegas Ramón Bilbao al fondo.

Al llegar al cruce con la bodega, tomaremos a la derecha.

Otra recta incitadora.


Giraremos después de traspasar la Bodega Virgen de la Vega.


Nos encaminaremos hacia los supermercados Eroski.

Bodega Carlos Serres.

Entrada a Carlos Serres.

     Utilizaremos los pasos de peatones y, a través de ellos, pasaremos al otro lado de la N-126 Haro- Santo Domingo de la Calzada. Correremos junto a la bodega Marqués de Carrión, antigua Paternina, hasta la primera bifurcación, en la que giraremos a la derecha por calle Ntra. Sra. De Begoña. Ligera bajada, aceras relativamente anchas, tramo recto…¿Nuevo cambio de ritmo? A elección, faltaría. Eso sí, atentos pues deberemos cruzar varias calles con tráfico regular,  lo que nos exigirá prudencia. Hay pasos de peatones a nuestra disposición para evitar sustos innecesarios. Nuestra Señora de Begoña se convertirá en Federico García Lorca, siendo la misma vía solo que a distinta altura. Cuando alcancemos la última rotonda de esta calle, viraremos a la derecha por Ramón y Cajal, que nos llevará hasta el parque «El Mazo», por uno de cuyos laterales correremos hasta otra rotonda, en la que tomaremos a la izquierda por Miguel de Cervantes. Directos hasta…La siguiente rotonda, que rodearemos para seguir por calle Diputación hasta…El siguiente parque, el de Iturrimuri, otro de esos rincones encantadores de Haro que no se frecuenta como se merece. Y es que esta  va a resultar la ruta de los parques, las huertas y las rotondas, al parecer.
   Traspasado Iturrimuri, seguiremos por Linares Rivas todo recto hasta alcanzar la plaza de la Paz, punto final del recorrido.

Tras rodear la rotonda junto a los supermercados Eroski, DIA y Lidl, cruzamos por el paso de peatones la N-126.

Nada más pasar, nos encontraremos la bodega Marqués de Carrión, antigua Paternina.

Camino despejado a nuestras zancadas.



Al llegar a la señal de prohibido dar la vuelta, giraremos a la derecha por Nuestra Señora de Begoña.

Nuestra Señora de Begoña.

Todo adelante. Hay ligera bajada.

Al final de Federico García Lorca nos encontraremos esta rotonda, próxima al centro de salud. Tomaremos a la derecha por Ramón y Cajal.

Ramón y Cajal. El centro de salud a nuestra izquierda.

Llegaremos al parque El Mazo.



Imágenes del parque.

Paso de peatones para torcer y coger Miguel de Cervantes.

Miguel de Cervantes.

Rotonda junto a la Guardia Civil que nos llevará de Miguel de Cervantes hasta Diputación en línea recta.

Diputación.

Parque de Iturrimurri.

Linares Rivas, muy cerca de la plaza del ayuntamiento.

Últimos metros antes de terminar nuestra ruta.

    Habremos dado una vuelta a toda la periferia jarrera, aprovechando para visitar sus parques e incluso algunas de sus bodegas. No está nada mal, ¿verdad?