«Soy
tan rápido que anoche apagué el interruptor de la luz en mi cuarto del hotel y
estaba en la cama antes de que el cuarto estuviese a oscuras».
Muhammad
Ali
Lugares de interés turístico durante el recorrido: casa Priorato y puente romano (Cihuri), monasterio Nuestra Señora de la Piedad (Anguciana), entorno natural de la Ruta Verde Haro-Ezcaray.
Quién me lo iba a decir al
iniciar este modesto blog. La de rutas variadas y provechosas que estamos
trazando en Haro y su entorno. Itinerarios en los que poder practicar running sin aburrirnos, sin necesidad de
recurrir siempre a los mismos trazados; obteniendo
el máximo partido a los beneficios saludables del deporte, al tiempo que nos
empapamos del tesoro artístico y paisajístico de la zona.
Esta va a ser la décima ya. Y
hay varias en perspectiva. Así que tenéis donde elegir, seáis de aquí o nos visitéis
puntualmente. Recorridos largos y recorridos cortos. Algunos pensados para
practicar cuestas, otros con escaleras. Caminos ideales para los cambios de ritmo, trayectos en los que relajarnos y fluir con una zancada tranquila. Urbanos,
rurales, de montaña o con un poco de todo mezclado.
La que os propongo en esta
ocasión nos obligará a hacer un desplazamiento inicial en vehículo hasta el
cercano pueblo de Cihuri, apenas a unos diez minutos de Haro, para desde allí disfrutar
la Ruta Verde Haro-Ezcaray y correr hasta Casalarreina. Aprovecharemos el fin
de semana o el periodo del año en el que los días son más largos, con lo que
dispondremos de algo más de tiempo.
Vale la pena la pequeña excursión
en coche, os lo aseguro. Bordearemos la orilla del río Oja poco antes de que se
funda con el Tirón, rodeados por unos paisajes que en muy pocos kilómetros son diversos
y exuberantes, cambiantes además en función de la estación del año. La
naturaleza mostrándose en toda su plenitud y poderío, impagable contexto en el
que retomar nuestro lugar en el mundo practicando deporte. El grato milagro de
las pequeñas cosas, tan manido como cierto. La distancia es asequible, 7´71 km,
sin apenas desnivel, en la que correremos sobre todo en tierra compactada y
algo de asfalto. Sencilla pero muy estimulante, insisto, gracias al escenario natural por el que
discurre.
Así que olvidémonos un poco
de relojes, tiempos, cambios de ritmo y dejémonos llevar por el simple placer
de correr, dedicándonos a admirar horizontes y sentir el aire entrando y
saliendo de nuestros pulmones mientras nuestras piernas avanzan sueltas y relajadas.
Tiene que haber días para todo. Con esta ruta toca disfrutar, despejar la mente, sin más. Al
menos, ese es mi consejo.
Al llegar a Cihuri, a
orillas del río Tirón, podemos dejar el coche en el parking frente al frontón y
la piscina municipales. Reconocible con facilidad, está pegado a la carretera
que divide en dos el pueblo y hace las veces de calle principal. Además, en el
centro del aparcamiento se levanta una pequeña pirámide de barricas que
nos recuerda que estamos en tierra de vino. De muy buen vino, huelga decir. Justo
desde ahí partirá nuestra ruta.
Parking en Cihuri, con las barricas en el centro.
Tomaremos, saliendo desde el
parking, a la derecha por la LR-310,
calle Horno a su paso por Cihuri, dirigiéndonos a la salida del pueblo, justo
por donde entramos al venir en coche. Poco antes de abandonarlo, giraremos a la
derecha frente a la señalización que nos indicará cómo dirigirnos al barrio del
Priorato y el puente romano, de los que ya os hablé en nuestra ruta 9.
Partiremos desde el parking junto al frontón municipal.
Detalle hospitalario.
Calle Horno.
Parque temático de maquinaria agrícola, que quedará a nuestra derecha.
Poco antes de salir de Cihuri, giraremos a la derecha.
Rumbo al Priorato y el puente romano.
Ruta Verde Haro-Ezcaray.
Y hasta ellos nos acercaremos,
bajando la suave pendiente de una estrecha calle. Primero nos encontraremos con
el edificio del Priorato, austero pero noble.
El 4 de agosto del año 947,
Fernán González, conde de Castilla, da a San Millán el monasterio de San Juan
de Cihuri y la villa de este nombre. El abad de San Millán ejercía pleno señorío
sobre la villa, en el orden eclesiástico y en el civil. Por eso se fundó en
Cihuri un Priorato al que el abad enviaba su representante con el título de
Prior, junto con los ayudantes que necesitase. A finales del siglo XIX, la
villa dejó de pertenecer al monasterio de San Millán.
Nada más traspasar el
Priorato, daremos con el puente romano del siglo II, rehecho en la Edad Media y
que entonces permitía el paso de los monjes hasta sus tierras, molino y
pesquera.
Priotato.
Puente romano.
Tras cruzar el Tirón, torceremos a la
derecha, cogiendo la Ruta Verde Haro- Ezcaray en dirección a esta última
población, camino que no abandonaremos, ni en la ida ni en la vuelta, hasta
Casalarreina. Así que el itinerario, salvo un par de cruces en los que estar
atentos, será fácil de seguir y plácido para correr. Tierra compactada que nos
permitirá una zancada tranquila y sin contratiempos. El río Tirón quedará a
nuestra derecha hasta el primer cruce en el que deberemos tener cuidado y no
dudar. Tomaremos el sendero a la izquierda, abandonando el río Tirón para ir a
buscar el río Oja, camino ya de Casalarreina.
Dirección a seguir.
Buen firme de tierra compactada.
Pasaremos junto al molino.
Tras pasar el molino y la pesquera, cruzaremos un pequeño puente.
El molino desde el puente.
Tomaremos a la izquierda.
Seguiremos recto hasta
dar con una señal de «Stop», en una nueva intersección. Otra vez viraremos a la
izquierda. Durante unos minutos, no habremos de preocuparnos más que de
disfrutar de la carrera y del entorno, pues no haremos más que seguir el único trayecto
posible. Nos encontraremos con el río Oja, que quedará a nuestra izquierda, y que
nos acompañará en este nuevo tramo de trote. A la derecha y al fondo, si la climatología
lo permite, podremos divisar el pico de San Lorenzo, en la Sierra de la
Demanda, el más alto de La Rioja. Vid y cereal jalonarán nuestro camino, la
pura esencia mediterránea.
Avanzaremos por esta suave pendiente.
Detalle paisajístico.
Al llegar a la señal de «Stop», a la izquierda.
Camino del río Oja.
Detalles paisajísticos II.
Riberas del Oja.
Compañeros de hábitat.
Al fondo, entre las nubes, el pico San Lorenzo, el más alto de La Rioja.
Siempre entre viñas.
Primavera.
Pasaremos bajo el puente
de la carretera N-232, y nada más atravesarlo estaremos atentos a un nuevo
desvío. Del camino de tierra por el que vendremos, sale uno más estrecho a la izquierda, más irregular y agreste, que se adentra entre una arboleda junto al Oja. Ese será el
que tomaremos, dando una nueva variación al paisaje circundante, igualmente
espectacular y agradecido, en especial si el día es soleado y caluroso, pues
ahora tendremos buena sombra en la que protegernos. El trazado será algo más
serpenteante y silvestre, pero sin la menor dificultad, llevándonos hasta
nuestro destino pegados a la orilla del
río Oja.
Tras pasar bajo el puente de la N-232, a la izquierda.
No nos faltarán indicadores.
El paisaje comienza a cambiar.
Abandonaremos el camino principal, girando a la izquierda.
Nos introduciremos por esta senda entre árboles, a la orilla mismo del río Oja.
Correremos entre el arrullo del viento enredado en las copas de los árboles.
Un camino más agreste y zigzagueante, pero con sombra garantizada.
¿Un descansito?
Más o menos hacia la
mitad de recorrido, salvaremos una construcción aislada, con la que nos
toparemos de frente, tomando el sendero que sale a su izquierda. Ya estaremos en
las cercanías de Casalarreina. Nada más llegar a este pueblo, dejaremos una
zona recreativa junto al río y pasaremos bajo el puente de la avenida de la Paz
para alcanzar la pasarela peatonal que nos llevará a la otra orilla. Correremos por la calle Frontón, junto a las piscinas, que quedarán a nuestra diestra.
Giraremos a la derecha y, a través de un estrecho y corto callejón, llegaremos
a la plaza de La Florida, lugar emblemático y centro de la vida en
Casalarreina. Nada más llegar a este punto, nos impactará la rotunda y
majestuosa presencia del monasterio de Nuestra Señora de la Piedad, hasta cuya
puerta nos acercaremos.
Rodearemos la construcción, tomando el camino a la izquierda.
Acercándonos a Casalarreina.
No es mal sitio para correr, ¿verdad?
Al llegar a Casalarreina, pasaremos bajo el puente de la avenida de la Paz.
Camino a seguir.
Al fondo la pasarela peatonal que nos llevará hasta la otra orilla.
Tras la pasarela, avanzaremos hacia el centro por la calle Frontón.
Recto.
Viraremos a la derecha por este estrecho callejón...
...Y alcanzaremos La Florida.
Al fondo, nos deleitará la vista el imponente monasterio de Nuestra Señora de la Piedad.
Se trata del único monasterio español inaugurado por un Papa. Construido
a principios del siglo XVI en los estilos gótico isabelino y renacentista
plateresco. La espectacular portada plateresca es obra del taller de Felipe
Vigarny.
Distintas perspectivas de una de sus fachadas.
Habremos alcanzado nuestro objetivo y
tocará dar media vuelta. El camino de retorno será exactamente el mismo que
habremos recorrido, pero en sentido contrario, claro. Desde el monasterio
alcanzaremos el callejón que nos devolverá a la calle Frontón y las piscinas.
Cruzaremos la pasarela peatonal sobre el río Oja y tomaremos a la derecha,
cruzando bajo el puente de la avenida de la Paz. Seguiremos disfrutando del ecosistema,
que, aún siendo el mismo, ahora contemplaremos desde otro punto de vista.
Llegaremos hasta la pequeña construcción, citada anteriormente, que rodearemos
para seguir al frente. Nos deslizaremos entre los árboles. Arribaremos al cruce
que nos devolverá al camino principal, más ancho y de tierra compactada.
Volveremos a pasar bajo el puente por el que discurre la N-232.
Espectacular portada. Justo ahí nos daremos la vuelta.
Hospedería junto al monasterio.
Repetiremos el camino recorrido hasta aquí.
Callejón que nos llevará hasta calle Frontón.
Ese día, las nubes amenazaban tormenta.
Distintos itinerarios señalizados junto a la pasarela peatonal sobre el río Oja.
Volveremos a pasar bajo el puente de la avenida de la Paz.
Una necesaria llamada al civismo.
Área recreativa.
Suelo blando que nuestras castigadas rodillas agradecerán.
Tras rodear la caseta, a la derecha.
Serpentearemos entre los árboles.
Ahí retomaremos a la derecha el camino principal.
Bajo el puente de la N-232.
Nos deleitaremos con las vistas a los Obarenes, ahora frente a nosotros.
Abandonaremos la orilla del Oja para ir a buscar de nuevo el Tirón. Llegaremos
a Cihuri y nos desviaremos en el cruce de caminos al que ya estuvimos antes
atentos. Volveremos a pasar por el molino y la pesquera. Correremos frente al
puente romano y el edificio del Priorato.
Excelentes vistas a los Obarenes.
Ya avisé. Valía la pena.
Cerca ya de Cihuri.
Al llegar aquí, a la derecha, a buscar el río Tirón.
Ligera bajada.
Volvemos a nuestro primer cruce. Tomaremos a la derecha.
Señalización a la vista.
De nuevo el molino.
El puente romano.
Priorato.
Vuelta a la carretera LR-310.
De nuevo en Cihuri.
Priorato.
Vuelta a la carretera LR-310.
De nuevo en Cihuri.
Y, al terminar en el parking,
dispondremos de fuente y un pequeño espacio con césped en el que estirar y
relajarnos tras el entrenamiento, ¿se puede pedir más en distancia tan
asequible?
Parking junto al frontón municipal, principio y fin de esta décima ruta.
Zona cómoda para estirar, ¿qué más queremos?