miércoles, 11 de enero de 2017

RUTA 13: LOS LIRIOS/MIRANDA LA ALTA/PAGO MUGA/MAZO



«No desprecies el recuerdo del camino recorrido. Ello no retrasa vuestra carrera, sino que la dirige; el que olvida el punto de partida pierde fácilmente la meta».
Pablo VI


     Lugares de interés turístico durante el recorrido: plaza de la Paz y entorno monumental, parque de Iturrimurri, El Mazo.









     He comentado en varias ocasiones que una de las ventajas de correr en Haro es que ofrece la posibilidad de combinar recorridos muy variados sin necesidad de realizar kilometrajes excesivos. Vuelvo a proponeros una ruta de este tipo. Podremos integrar tierra y asfalto, cuestas y llanos, paisaje rural y paisaje urbano, en un trazado de 10´23 kilómetros, con una ganancia de altura de 62 metros,  que discurrirá por Haro y aprovechará algunas parcelarias que dividen los terrenos agrícolas que lo rodean. Variedad, que además de venirle muy bien a nuestras piernas, nos hará más amena la salida. Es un trayesto asequible, aunque con dos dificultades que nos pondrán a prueba. La primera entre los kilómetros 2´5 y 4, una subida ininterrumpida que culmina con una cuesta de las que hacen apretar los dientes. La segunda entre los kilómetros 9 y 10, un falso llano que exigirá un esfuerzo extra justo al final del entrenamiento.


Punto de salida, atravesando el arco bajo la monumental fachada del consistorio jarrero.

         Arrancaremos desde la plaza de la Paz, pasaremos bajo el arco de la fachada del ayuntamiento y nos dirigiremos hasta la calle Linares Rivas. Las aceras son estrechas en este tramo, así que precaución si descendemos al asfalto. Nos dirigiremos hacia las afueras por calle Diputación, bordeando el parque de Iturrimurri, con excelentes vistas al río Ebro y la sierra Cantabria. El nombre de Iturrimurri viene de la antigua fuente junto a la vía del tren, cuya agua era tan buena que el mismísimo Espartero hacía detener el ferrocarril para recoger unos litros.


Linares Rivas.

Parque de Iturrimurri

     Nada más traspasar el parque, giraremos a la izquierda por calle Industria, que recorreremos hasta su final con viraje a la derecha por calle Artesanos. Zona de pequeños talleres e industrias que nos servirá para calentar bien antes de acometer el tramo siguiente de nuestra ruta.Al final del trecho corto de Artesanos, torceremos a la izquierda por avenida Logroño, alejándonos de Haro con rumbo al cementerio y a Bodegas Martínez Lacuesta. Terreno llano en el que estaremos atentos al tráfico, disponemos de un paso de peatones justo a la altura de la rotonda sobre la nacional Logroño-Vitoria. Una vez alcanzado el cementerio, lo rodearemos cogiendo el camino de tierra que sale a la derecha, que nos introducirá en los amplios campos de labor que rodean el núcleo urbano. Y aquí empezará la primera de las dificultades que cité anteriormente, pues iniciamos una ascensión que irá ganando en desnivel y dificultad los próximos dos kilómetros. Así que calma, braceo ágil, vista al frente y utilicemos el paisaje como distracción.



Trotaremos calle Industria completa.

Justo con la gasolinera frente a nosotros, giraremos a la derecha por calle Artesanos.

Avenida Logroño rumbo al cementerio.

Campos agrícolas en el entorno jarrero.


Tras dejar a nuestra izquierda la rotonda sobre la carretera nacional, nos iremos acercando al cementerio y Bodegas Martínez Lacuesta.

Camino que orilla la tapia del cementerio, por el que continuaremos nuestra ruta.


Vía que seguiremos. 


Poco a poco iniciaremos la ascensión.


Tierra bien compactada. Al fondo, la cuesta más dura del recorrido.


Braceo enérgico y zancada corta. ¡Änimo!


Al llegar arriba, no dejéis de daros la vuelta. La panorámica recompensará el esfuerzo.


     Al culminar nuestra proeza, justos de fuerzas y aliento, tomaremos a la izquierda, ¡y todavía nos aguardará un breve repecho! Nah, apenas cincuenta metros y pondremos momentáneamente fin a las subidas. Podemos tomarnos un par de minutos para recuperar resuello contemplado las magníficas vistas desde este punto: Haro, Montes Obarenes, sierra Cantabria, las Conchas de Haro…Reconfortante y más eficaz que el célebre Kit-kat. 
     El camino nos irá llevando, en pleno corazón de un pago de Bodegas Muga, con viñedo a ambos lados, Ollauri quedará a nuestra derecha y sierra Cantabria justo frente a nuestra vista. Al final del pago, torceremos a la izquierda y afrontaremos una larga y pronunciada bajada. Habremos atravesado una de esas innumerables lomas de no demasiada altitud que sobresalen en el fértil paisaje de la comarca, como pequeñas protuberancias terrosas que hacen del paisaje un continuo y divertido sube y baja. Ojo con animarnos demasiado, aquí es donde sufren realmente nuestras rodillas. Pasaremos un primer cruce de caminos, pero seguiremos recto. A nuestra derecha, el camino por el que vinimos desde el cementerio. A nuestra izquierda, el duro ascenso que ya casi habremos olvidado.


Último repecho tras la dura ascensión.

Tomaremos el camino de tierra a nuestra izquierda, en dirección a la caseta del pago de Bodegas Muga.

Al fondo, el Toloño nos vigilará.

Entre viñedos, faltaría.

Agro-running.



Camino en condiciones aceptables. No obstante, vigilad la pisada para evitar sustos.

Terreno llano para recuperar y hacer acopio de fuerzas.

Al llegar a este cruce, los árboles pueden servirnos de referencia, giraremos a la izquierda.

Tocará bajada.

¿A que dan ganas de subir el ritmo?

El reposo invernal del viñedo.

Llegaremos a un cruce de caminos. A la derecha nos quedará el cementerio, a la izquierda la  larga cuesta ya superada. Seguiremos recto, ignorando cualquier otra dirección.



     Al alcanzar el segundo cruce, seguiremos en dirección a El Mazo, que ya tendremos frente a nosotros. A unos ciento cincuenta metros, tercer cruce de caminos, pero nosotros continuaremos sin variar rumbo, llegando en breve a la calle Miguel de Cervantes, abandonando la tierra y volviendo al asfalto. Viraje a la izquierda hasta la rotonda frente al campo de fútbol. Allí giro a la derecha, cruzaremos por el paso de peatones, para rodear el Estadio Municipal de Deportes El Mazo a través de calle Julián Fernández Ollero. Justo antes de Severo Ochoa, discurriendo paralela a esta, saldrá a nuestra derecha una pequeña vía peatonal que conduce hasta la entrada del estadio y las piscinas municipales. La tomaremos y correremos por ella hasta desembocar en el Parque El Mazo. Otra vez, durante un breve trecho, pisaremos tierra hasta llegar a la rotonda entre la parte posterior del Centro de Salud y la residencia Los Jazmines. Paso de peatones mediante, nos introduciremos por Severo Ochoa hasta su final, virando a la derecha por avenida Logroño en dirección a la rotonda junto al cuartel de la Guardia Civil.


Rumbo a El Mazo, alcanzaremos un segundo cruce en el que tomaremos a la derecha..

Tras girar a la derecha, seguiremos recto.

No abandonaremos nuestro camino, llegando en breve a Miguel de Cervantes.

Al fondo, el frontón y el voladizo del estadio municipal.

Giraremos a la izquierda tomando Miguel de Cervantes.

En la primera rotonda, utilizando el paso de peatones, nos introduciremos por Julián Fernández Ollero.


Julián Fernández Ollero, 


Vía peatonal que rodea el estadio municipal.


Seguiremos bordeando El Mazo.


Bonito entorno.


Rotonda junto al Centro de Salud.


Siempre que sea posible, haremos uso de los pasos de peatones.


Severo Ochoa.


Avenida Logroño.


Tras pasar el cuartel de la Guardia Civil, al alcanzar una nueva rotonda, tocará nuevo desvío.


Rotonda que nos marcará un nuevo giro.



     Nuevo quiebro, esta vez a la izquierda para introducirnos por avenida Diputación dirección parque de Iturrimurri. Y aquí, justo en el tramo final de la ruta, enfrentaremos la segunda dificultad señalada al inicio. Se trata de una ascensión apenas perceptible por la vista, pero continuada casi hasta la mismísima plaza de la Paz. Y nos pilla algo cansados, claro, tras casi ocho kilómetros. Toca dosificar y reducir el ritmo para arribar con cierta dignidad a nuestro objetivo. Esos falsos llanos traidores, cuya real naturaleza de «cuestas» solo se revela a nuestros castigados cuádriceps cuando estos ya han guerreado unos cuantos kilómetros.


Diputación.

Iturimurri, de nuevo, aunque nosotros estaremos algo más cansados.

¡Ojo, falso llano!





     Tras Iturrimurri llegará Linares Rivas, enfilando ya dirección plaza de la Paz, punto final de esta nuestra nueva ruta para correr por Haro y sus alrededores.





Fin de trayecto.
     

     Estiramientos, ducha y a gozar del subidón de endorfinas.