«Nunca mucho costó poco»
Séneca
Lugares de interés turístico durante el recorrido: plaza de la Paz y entorno monumental, Palacio de las Bezaras, edificio Banco de España, antiguo convento de San Agustín, jardines de la Vega, Basílica de la Vega, estación enológica, Fuente del Moro, plaza de toros, Palacio Plaza de la Cruz.
Empezamos
con esta breve sentencia del filósofo romano, nacido en la actual Córdoba, universalmente conocido. Una
invitación a hacer del voluntarioso esfuerzo y
de la constancia, virtudes cardinales que guíen nuestros días. Todo lo
que merece la pena implica tesón y trabajo. De eso sabemos mucho los que
corremos. Esos sudores y sacrificios que conlleva el inicio en este deporte,
cuando todo nos parece imposible y el sofá aún nos grita burlón que volvamos entre
sus brazos. Pero, tras meses de regular ejercicio, superamos esa carrera
popular de apenas cinco o seis kilómetros y el inicial cosquilleo empieza a
convertirse en reto. Y llega la primera de diez y nos crecemos. Apretamos los
dientes y con la primera media ya no hay vuelta
atrás. Ya sabemos sufrir y esperar para obtener recompensa. Escuela de
vida, sin más.
Bueno, le
llevamos dadas unas cuantas vueltas a Haro, corriendo sin parar, que eso es lo
que nos gusta. Estar en forma y disfrutar del entorno. Si a ello añadimos buena
compañía, qué os voy a contar…En esta ocasión os propongo un recorrido corto,
6´76 km, de trazado prácticamente llano, una ganancia de altura de apenas 28
metros. Ruta ideal, por tanto, para una salida en esos días que el tiempo apremia
pero no queremos saltarnos nuestro rato de deporte, o bien nos recuperamos tras
una carrera dura en la que lo dimos todo. También puede ser perfecta para una
sesión de fartlek o intervalos no excesivamente intensos. Y si no eres de la zona, apropiada para visitar varios puntos emblemáticos de la localidad en un recorrido
no demasiado largo.Tenemos trazados para todos los gustos, niveles y
posibilidades, que no se diga.
Plaza de la Paz, recurrente y céntrico punto de partida.
Palacio de Bendaña, en la plaza de la Paz, con su vistosa galería mudéjar. En sus bajos se encuentra la Oficina de Turismo.
Abandonaremos la plaza de la Paz por la calle de la
Vega, emblema del Haro más distinguido y cosmopolita que nace en el tránsito
del siglo XIX al XX. Eso sí, aceras estrechas que tendremos que compartir de
forma respetuosa con otros peatones. A nuestra derecha dejaremos el palacio de
las Bezaras, barroco del siglo XVIII, restaurado en 1975 y actualmente sede
bancaria. Llama la atención el enorme nido de cigüeñas sobre su linterna. A
pocos metros, a nuestra izquierda, nos toparemos con dos edificios de gran
interés, ambos en la plaza Florentino Rodríguez: el antiguo convento de San
Agustín (que hoy alberga el hotel Los Agustinos y el teatro Bretón de los
Herreros) y el Banco de España. El antiguo convento de San Agustín data de 1373
y con el paso del tiempo fue guarnición militar, hospital, cárcel y escuela.
Hasta hoy, reconvertida una parte de él en hotel, mientras que donde se ubicó
la iglesia se construiría el teatro, que abrió sus puertas en 1860. El edificio
que albergó la sede jarrera del Banco de España se inauguró en 1925, aunque ya
existía el banco desde 1892. Haro fue una de las siete ciudades españolas no
capitales de provincia que contó con una delegación bancaria de este nivel, lo
que nos da una idea de la prosperidad del lugar en aquellos años, paso del
siglo XIX al XX, gracias…¡Al vino, claro!
Calle de la Vega.
Palacio de las Bezaras.
Antiguo convento de San Agustín: en la actualidad, teatro Bretón de los Herreros y hotel Los Agustinos.
Edificio del Banco de España.
Seguimos
adelante, bajando suavemente hasta adentrarnos en los siempre cuidados Jardines
de la Vega, desde los que podremos contemplar la basílica de Nuestra Señora de la
Vega, patrona de Haro. Nos colocaremos en el lateral derecho de los jardines,
que abandonaremos por el paseo Virgen de la Vega, dejando a nuestra izquierda
la mole del edificio Florida, hasta
cruzar la pasarela peatonal que nos llevará al Alto Santo Domingo. Allí
giraremos a la izquierda, corriendo en paralelo a la Estación Enológica de Haro
y su austero pero elegante edificio. Esta estación se creó en 1892 con el
objeto de modernizar a los viticultores riojanos poniéndolos al día en los más recientes métodos de elaboración de vino. Al final del pequeño paseo cogeremos a
la derecha por Bretón de los Herreros. Desde ahí todo recto hasta alcanzar el
parque Fuente del Moro. Utilizaremos los pasos de peatones y cogeremos la acera
a la izquierda de la vía, pasando justo delante del colegio Sagrado Corazón. En
este tramo descenderemos ligeramente y deberemos estar atentos al tráfico, pues
la acera no es demasiado ancha. Árboles, vegetación y campos de labor irán
sustituyendo al paisaje urbano. Dejaremos que el aire puro se expanda dentro de
nuestros pulmones. En la Fuente del Moro podremos echar un trago de agua si el
día está caluroso.
Jardines de la Vega, con la basílica al fondo a la izquierda y el edificio Florida a la derecha.
Una invitación al paseo y la carrera trotona.
Detalle primaveral en los jardines.
Después de traspasar los jardines, cruzaremos por la pasarela peatonal,a la derecha en la foto, hacia el Alto de Santo Domingo.
Nada más cruzar la pasarela, giraremos a la izquierda.
Estación Enológica de Haro.
Al llegar a este cruce, torceremos a la derecha por Bretón de los Herreros.
Bretón de los Herreros.
Siempre con cuidado, cruzaremos por los pasos de peatones.
Camino de la Fuente del Moro, la acera se estrecha.
Disfrutad de las vistas.
Tomaremos por la izquierda, la arboleda nos llevará hasta la fuente.
Ideal para una merendola.
Fuente del Moro.
Tras
rodear la fuente, subiremos el repecho a la izquierda, adentrándonos por la
avenida Santo Domingo de la Calzada (que, paradójicamente, es un estrecho
camino, asfaltado, eso sí) hasta el cruce con Bodegas Ramón Bilbao. En dicho
cruce tomaremos a la derecha, para circundar la bodega citada, así como la
cooperativa Virgen de la Vega, Bodegas Carlos Serres y los supermercados junto
a estas bodegas. Será una vuelta completa que nos traerá de nuevo al cruce señalado,
para continuar esta vez por Almendora. Terreno asfaltado y llano, ¿un cambio de
ritmo?
Zona de picnic junto a la fuente.
Rodearemos la fuente y seguiremos por el camino en ligero ascenso a la izquierda.
La rimbombante avenida Santo Domingo de la Calzada, un modesto camino entre campos de labor.
Cruce con Bodegas Ramón Bilbao. Giraremos a la derecha.
Rodearemos la bodega.
Asfalto sin apenas tráfico.
Pasaremos junto a la Bodega Virgen de la Vega.
Al fondo, el Toloño, siempre vigilante.
También frente a Bodegas Carlos Serres.
Al alcanzar la rotonda, a la izquierda.
Tras contornear bodegas y supermercados, tomaremos a la derecha por Almendora.
Almendora
En el primer cruce de Almendora, cortaremos
a la derecha, por Nuestra Señora de Begoña hasta la intersección con la N-126
Haro-Santo Domingo de la Calzada. Al llegar a esta vía, seguiremos a la
izquierda por la acera lateral, regresando en dirección al centro de Haro hasta
que alcancemos la centenaria plaza de toros, construida en piedra de sillería
Se inauguró en 1886, una prueba más del auge económico de la localidad jarrera
en las postrimerías del siglo XIX. Rodearemos el coso por la callecita Niño de
Haro y cogeremos a la derecha por San Millán de la Cogolla hasta la primera
rotonda, en la que viraremos a la izquierda por Nuestra Señora de Begoña, luego
Federico García Lorca, adentrándonos en el barrio de El Mazo, el más nuevo de
Haro.
Al fondo, a la derecha...Como los servicios en los bares.
Nuestra Señora de Begoña.
Al llegar al cruce con la N-126 Haro-santo Domingo, a la izquierda.
Correremos por la acera lateral. Ojo con el tráfico.
Llegaremos a la plaza de toros.
Cruzaremos y seguiremos por el paso peatonal.
Giraremos a la derecha, por la calle Niño de Haro.
Niño de Haro.
Rodearemos la plaza y cogeremos San Millán de la Cogolla.
San Millán de la Cogolla. En la rotonda, a la izquierda por Nuestra Señora de Begoña, luego García Lorca.
Nuestra Señora de Begoña, adentrándonos en El Mazo.
Todo recto y en ligera bajada, aunque habremos de
atravesar varias calles con tráfico, por lo que deberemos estar atentos. Al
llegar a la última rotonda de la calle tendremos tres posibles elecciones:
izquierda, derecha y centro (como en política). Cogeremos la opción del centro,
calle Vicente Aleixandre, pasando frente al Centro de Salud de Haro. Al llegar
al final de esta calle, nuevo desvío, a la izquierda, por Severo Ochoa. Pasaremos
en esta ocasión frente a la residencia Los Jazmines. Severo Ochoa muere en la
N-126 Haro-Logroño, que tomaremos torciendo a la izquierda en dirección al
centro urbano. Pasaremos frente a la sede de Cruz Roja instalada junto al viejo
silo. Nueva rotonda y seguiremos por Santa Lucía, que es la vía que sale a la
derecha desde la rotonda. Leve subida y enfilamos en dirección a la plaza de
la Cruz, en la que destaca el así llamado palacio de la Plaza de la Cruz, edificio
barroco del siglo XVIII (como curiosidad decir que sirvió de almacén para los
enseres en la batalla de Vitoria contra los franceses). Su nombre real es
Palacio de Los Ángeles, como atestigua una inscripción en su fachada. Desde la
misma puerta del palacio arranca en cuesta, hacia abajo en este sentido, la
calle Arrabal, que nos devolverá a la plaza de la Paz, origen y fin de buena
parte de nuestras rutas.
Ligera bajada hasta el fondo.
Rotonda al final de García Lorca, seguiremos en dirección al Centro de Salud de Haro.
Calle que cogeremos, Vicente Aleixandre, el Centro de Salud quedará a nuestra derecha.
Otra toma del Centro de Salud.
Al final de Vicente Aleixandre, frente a la residencia Los Jazmines, giraremos a la izquierda por Severo Ochoa.
Severo Ochoa.
Severo Ochoa nos llevará hasta la N-126, Haro-Logroño, en la que volveremos a virar a la izquierda, de vuelta al centro urbano.
Antes nos toparemos con el viejo silo.
Nueva rotonda, en la que cogeremos a la derecha por Santa Lucía.
Santa Lucía, aquí nos tocará subir un poco.
Palacio de la Plaza de la Cruz.
Calle Arrabal, que nos devolverá al punto de partida, la plaza de la Paz.
En poco más de media hora habremos visitado, corriendo, varios de los puntos más atractivos de la localidad, ¿se puede pedir más?